El Gobierno prepara una nueva ley de Memoria Histórica con la que pretende transformarlo en un cementerio civil
@cyncoiduras
Madrid
Se cumple un año de la exhumación de los restos mortales de Francisco Franco del Valle de los Caídos llevada a cabo por el Gobierno de Pedro Sánchez. Este fue el primer paso del plan del Ejecutivo para «resignificar» ese espacio y que dejara de ser un mausoleo de homenaje a un dictador. Una decisión histórica que tardó 16 meses en ejecutarse y que tuvo que ser llevada ante la justicia, hasta que el Tribunal Supremo la avaló en un proceso tortuoso que culminó el 24 de noviembre de 2019, tal y como anunciaba entonces la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Para ello fue necesaria la aprobación de una reforma express de la Ley de Memoria Histórica.
Ahora, un año después, el Gobierno de coalición trabaja, a través del Ministerio de Memoria democrática que dirige Calvo, en la remodelación del Valle de los Caídos con la que pretenden convertirlo en un cementerio civil, protegido por Patrimonio Nacional y sin la presencia de la fundación de los benedictinos. Así lo ha anunciaba la vicepresidenta.
Memoria Histórica
La futura Ley de Memoria Democrática recogerá, entre otras medidas, la extinción de fundaciones que hagan apología del franquismo, lo que llevará previsiblemente a la ilegalización de la Fundación Francisco Franco; la creación de una Fiscalía de Memoria Democrática y Derechos Humanos; la exhumación de víctimas de fosas comunes sufragada por fondos públicos; o que los descendientes de los brigadistas internacionales puedan acceder a la nacionalidad española. También mover de lugar la sepultura de Primo de Rivera «a un lugar discreto», para que -dice el ejecutivo- las «30.000 víctimas de los dos bancos tengan paz y respeto».
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 15 de septiembre el anteproyecto de ley para llevarlo a cabo, una reforma que en este momento está a la espera de recibir los informes de los órganos consultivos correspondientes para continuar su trámite.
Homenajes
«Buscamos que las 30.000 víctimas de los dos bancos tengan paz y respeto»
Mientras tanto, en el cementerio de Mingorrubio, donde fueron inhumados los restos del dictador, continúan los homenajes. Entonando el cara al sol y envueltos en banderas de España, simpatizantes de Franco se han acercado hasta el campo santo para celebrar el aniversario de la exhumación de los restos. Los barrotes del panteón están ahora llenos de fotos del dictador, imágenes de vírgenes, cirios, flores y emblemas militares que dejan los visitantes.
Un año más tarde y un sitio nuevo, pero ni siquiera la pandemia por el coronavirus ha impedido a los nostálgicos del franquismo honrar al dictador una vez más. Eso sí, esta vez con mascarilla.