Las consecuencias que el COVID-19 ha ocasionado en España no tendrán recuperación anticipada ni siquiera con la llegada de la vacuna al país
La vacuna de la farmacéutica Pfizer tiene previsto aterrizar en los próximos meses en España, pero no va a ser la salvación para la economía del país a corto plazo. Las decisiones tomadas por el Gobierno de España de cara a la segunda ola de contagios han afectado notablemente en muchos ámbitos de la economía del país.
Muchos comercios y empresas de diversos sectores han tenido que tomar decisiones entre las que más se repiten son el cierre y el despido de empleados y empleadas. Los sectores más perjudicados han sido los pequeños negocios, la hostelería y el turismo. Los expertos aseguran que la estabilización económica llegará cuando regrese la inversión, el consumo y sobre todo el turismo. Tres aspectos que han caído a consecuencia de la pandemia y que sufren una crisis económica complicada.
Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) prevén que España en este año 2020 se contraerán un 12,8% y a su vez, que crecerán un 7,2% en el año 2021. Por su parte, El Banco de España confirma que la economía en España no volverá a estabilizarse hasta el año 2023, tomando como punto de partida que para el próximo año las previsiones del PIB y de empleo empeorarán notablemente respecto a estos meses de pandemia caracterizados por ERTES y desempleo.
La vacuna será detonante para el avance de esta situación, teniendo en cuenta que si se empieza a suministrar durante los meses de enero y febrero, las estimaciones son de un crecimiento del 7% de carácter general. Sin embargo, la mayoría de los expertos y organismos independientes tienden a apostar a la baja con un crecimiento de un 4% aproximadamente.