Isabel Zendal, la enfermera que ha dado nombre al nuevo hospital de Madrid

El nombre del centro sanitario, inaugurado el martes 1 de diciembre, no ha sido elegido por casualidad. Pese a que la mayoría de personas no conocen su historia, Isabel Zendal ejerció un papel esencial en su época, convirtiéndose en la primera mujer en embarcarse en una misión sanitaria internacional

La enfermera Isabel Zendal. Vacunación de brazo a brazo | Constant-Joseph Desbordes. Fuente: Wikimedia Commons

Isabel nace en 1773, en la aldea de A Agrela, entre Santiago y A Coruña. Hija de unos humildes campesinos que también tuvieron otros dos hijos. «Su familia era pobre de solemnidad. Sus progenitores fueron enterrados de caridad en sepulturas propiedad de la parroquia, sin testamento, pues no tenían nada que legar», explica Antonio López Mariño, autor de Isabel Zendal Gómez, en los archivos de Galicia.

Nadie, ni ella misma, que se había criado con los mínimos recursos y aspiraciones, podía imaginar la importancia que tendrían las accciones de esta mujer. «Sin duda, es una historia de superación provocada por las necesidades económicas, porque escapó de la pobreza de la aldea y llegó a Coruña como una emigrante. Ese instinto para eludir la miseria le permitió cazar al vuelo las oportunidades laborales que se le presentaban, entre ellas embarcarse en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna»,
añade López Mariño.

El motivo de su viaje llega tras la muerte de su madre por la viruela, considerada una de las pandemias más mortales de la historia de la humanidad. Zendal tenía solo 13 años y el suceso le marcó e hizo que se interesase por la medicina. Así, con 20 años abandona la vida rural y se desplaza hasta el Hospital de la Caridad de A Coruña. Allí trabaja de ayudante y aprende todos los aspectos necesarios de su profesión.

Tiempo después, da a luz a su hijo, Benito Vález, y le comienza a criar como madre soltera. En 1800, comienza a trabajar en un orfanato. Allí acoge y criar no solo a huérfanos, sino también a niños repudiados por sus padres.

En 1803 su vida cambia. Tiene lugar una expedición, la Real Expeción Filantrópica de la Vacuna, liderada por el cirujano de la corte, Francisco Javier Balmis que tenía por objetivo erradicar la pandemia de la viruela en América. Para ello, llevó a 22 niños inoculados con el virus. Una medida ejecutada debido a la imposibilidad de conservar la vacuna durante el viaje. La labor de Isabel a bordo era cuidar a esos niños, suponiendo una figura materna.


Grabado de la Real Expeción Filantrópica de la Vacuna. Fuente: Europa Press

Para Isabel Zendal, formar parte de esta misión supone un gran reconocimiento social: por primera vez una mujer percibe el mismo sueldo que los demás enfermeros hombres. Además, la sanitaria consiguió mantener a todos los niños con vida y buena salud. «El 14 de octubre de 1803, mes y medio antes de la partida, Francisco Xavier Balmis, su director, la contrató con un sueldo igual al que disfrutaban los varones de su formación y funciones»,

Su desembarco en Puerto Rico fue un éxito, por lo que se repite el mismo viaje tiempo después a Filipinas, entre otros destinos. Así, la misión consiguió que la vacuna llegara a Canarias, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Nueva España, Filipinas y China, vacunando directamente a unas 250.000 personas

En 1809, Zendal y su hijo se instalan en Puebla, México, donde permanecen hasta la fecha de la muerte de la enfermera.

Merecido reconocimiento

No es hasta 1950 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce su trabajo y a ella como como pionera de la investigación sanitaria.

Por otra parte, el Sindicato de Enfermería en Galicia celebra cada año el Encuentro Científico Gallego de Enfermería y Fisioterapia-Premios Isabel Zendal. Lleva un total de siete ediciones y se trata de una forma de visibilizar una de las vertientes del trabajo menos conocida que desarrollan los profesionales de ciencias de la salud: la investigadora.

No hay duda de que Isabel Zendal fue una gran profesional del sector médico. Hizo posible el éxito de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, y que, por ser mujer, fue olvidada por la propia historia. Siendo 2020 el Año Internacional de la Enfermera y La Matrona, conviene recordar a esta ilustre figura.

Retrato a lápiz de Isabel Zendal, obra del artista Ramón Palmeral (2018).