Tras la declaración de Juan Carlos I para regularizar su situación fiscal ante la autoridad tributaria, continúa la investigación sobre los gastos que no fueron declarados
Según ha comunicado Javier Sánchez-Junco, abogado del Rey emérito, éste declaró ayer 9 de diciembre, el pago de una deuda tributaria de 678.393,72 euros, incluyendo intereses y recargos. Cuatro meses después de su salida de España, Juan Carlos I regulariza su situación fiscal relacionada con el presunto uso de tarjetas bancarias y fondos opacos recibidos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause.
La misiva de Javier Sánchez-Junco declaraba así: «En cualquier caso S.M. el Rey D. Juan Carlos, continúa, como siempre lo ha estado, a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuno».
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha situado el pago de la deuda en «una actuación de carácter personal», ya que ha sido una declaración sin requerimiento previo. Coincidiendo con su presencia en A Coruña, han surgido cuestiones acerca de los futuros usos del pazo de Meirás, a lo que la vicepresidenta ha declarado que no tiene «nada que decir».
Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que «regularizar las obligaciones con Hacienda siempre es una actuación positiva».
De esta manera, el rey emérito añade un nuevo capítulo en torno a la polémica de su regulación fiscal. La Fiscalía del Tribunal Supremo investigará acerca de los gastos realizados con efectivo y que no habían sido declarados a Hacienda, uniéndose a las investigaciones ya abiertas sobre las posibles comisiones procedentes del AVE a la Meca y el blanqueo de capitales. Según este aviso, Juan Carlos I tendría casi 10 millones de euros en una cuenta activa en la isla de Jersey que habría intentado mover recientemente.