Tras la llegada del coronavirus y el retraso de varios blockbusters, el público no acude a las salas y el cine se resiente
La industria cinematográfica ha sido otra de las afectadas por el coronavirus desde el mes de marzo. Los estrenos más destacados y esperados del año se retrasan, el límite de aforo ha cambiado, la distancia, las medidas de seguridad… Todos estos factores hacen que a los espectadores no les apetezca ir al cine, mientras que las plataformas digitales se aprovechan de esta situación. ¿Será el fin definitivo de los cines como se conocían hasta ahora o lograrán sobrevivir?
Los datos que deja la pandemia
La taquilla española tocó fondo el mes de noviembre de 2020 con una recaudación de 4.5 millones de euros, un 67% menos que en octubre (12.9 millones de euros). Comparando los datos con noviembre de 2019, este año 2020 supone solo el 10.4% de lo obtenido el año pasado (43 millones de euros). Así, como muestran los datos, las cifras de espectadores que acuden a los cines son cada vez más bajas e incluso Enrique González Macho, director y productor de cine, afirma que los famosos cines Renoir podrían llegar a cerrar debido a la baja afluencia. Además, según los datos recogidos por el Ministerio de Cultura y Deporte, sobre las producciones españolas, la película más taquillera del año en España, y que se estrenó tras el confinamiento, es Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra, escrita, dirigida y protagonizada por Santiago Segura, recaudando casi 13 millones. Seguida de Adú y Malasaña 32, ambas se estrenaron en enero antes del confinamiento y recaudaron más seis millones y más de tres millones respectivamente.
Además, según Taquilla España, los datos que deja noviembre son los peores desde que empezó la nueva normalidad y se han perdido más de 400 millones de euros como resultado de la pandemia. Sin embargo, un dato positivo es la previsión de que diciembre mejorará las cifras que deja noviembre, a pesar de las fechas navideñas que se acercan y que los casos de coronavirus van en aumento.
Las medidas de seguridad, el toque de queda nacional a las doce de la noche, el cierre de algunos cines en áreas donde los casos estaban descontrolados y que obligó a la paralización de toda actividad no esencial han contribuido a las cifras tan bajas de espectadores en los cines españoles. Aunque la gente no deja de ir al cine, los datos no son favorables para la industria cinematográfica, que recaudan menos de lo que invierten.
Un cine fantasma
El cine mk2 del Palacio de Hielo de Madrid, el cual, según María Jesús Gutiérrez, encargada de estos, solía tener todos los fines de semana una larga cola de gente esperando para comprar sus entradas, y los miércoles incluso más por ser el día del espectador, ahora apenas acumula espectadores. ‘La gente tiene miedo del virus y prefieren esperar a que pongan las películas en Netflix o similares’, afirma la encargada.
El miércoles 16 de diciembre a las 19:00 horas, cuando más concurrido solía estar, por el añadido de ser el día más barato, apenas había cinco personas para adquirir su entrada. La empleada de taquilla, Sonia Tejada, cuenta que la afluencia de gente, sobre todo fines de semana y festivos, ha caído en la nueva normalidad y que se nota, sobre todo, en los miércoles porque solía estar atestado de gente y ahora no se llenan las salas. ‘Un miércoles normal, y eso que era entre semana, cuando la entrada costaba cinco euros, teníamos todas las salas llenas de gente, a veces las entradas se agotaban para las sesiones de las 19:00 o las 20:00h, pero ahora las salas están prácticamente vacías‘, cuenta apenada María Jesús Gutiérrez.
Los viernes, en cambio, suelen ser el día de estrenos donde las nuevas proyecciones inundan las taquillas y la gente acude a ver las películas más esperadas. Sin embargo, el viernes 18 de diciembre, con el estreno de la anhelada segunda parte de Wonder Woman 1984, la taquilla estaba vacía, no había gente haciendo cola. ‘Hay personas que para evitar el contacto con todo esto del coronavirus compran sus entradas por internet‘, afirma Sonia Tejada, aunque las ventas online no llenan del todo las salas y en consecuencia es menos trabajo para ella. En las sesiones de las 19:00h, las más concurridas, según cuentan los trabajadores del mk2, las salas se llenan solo un 20%, comparándolo con los datos de antes de la pandemia, donde llegaban a vender más del 90% de los asientos disponibles, los datos de este cine no son esperanzadores.
‘No creo que tengamos que cerrar, pero cada vez tenemos menos trabajo y el personal se reduce también’, explica Juan Gil, empleado de cines mk2 en el Palacio de Hielo. Las medidas de seguridad se cumplen: anuncian antes de que empiece la película que el uso de la mascarilla es obligatorio durante la proyección, se respeta como mínimo un asiento entre personas que no vayan juntas a la sala y se limpia la sala después de cada proyección. Los trabajadores son optimistas y al menos cuentan con un sueldo a fin de mes, por lo que esperan que la gente no deje de acudir al cine.
Las plataformas digitales marcan terreno
Por otro lado, están las plataformas digitales, quienes han decidido estrenar sus blockbusters o taquillazos directamente en su catálogo sin pasar por pantalla grande, es el caso del live action de Mulán en Disney +, que estaba programada para marzo de 2020 pero la llegada del coronavirus lo canceló. Así, la plataforma del ratón decidió estrenar, bajo demanda y vía streaming, el esperado live action, a pesar de las quejas de los consumidores por el alto precio que suponía (21,99€) y las malas críticas que recibió después. Al igual que Disney +, la semana pasada la major Warner Bros anunció que estrenará simultáneamente sus películas en cine y en la plataforma de vídeo HBO Max, anuncio que no agradó a los principales directores como Christopher Nolan, Patty Jenkins o Denis Villeneuve, que alegaron enterarse por la prensa y no por la productora.
Este anuncio supone una revolución en las ventanas de distribución, aunque los largometrajes solo permanecerán disponibles en la plataforma un mes y no habrá coste adicional para los suscriptores. Entre los estrenos de 2021 que irán en cines y HBO Max están Dune de Denis Villeneuve, la cuarta entrega de Matrix o El escuadrón suicida.
Las suscripciones a estas plataformas subieron como la espuma durante la cuarentena mientras el cine estaba cerrado y su apuesta de estrenar las películas o blockbusters simultáneamente en los cines perjudicará a estos, más en tiempo de coronavirus. Sin embargo, los amantes del cine no dejaran de acudir a las salas para disfrutar de los estrenos más esperados y aunque la digitalización llegue pisando fuerte, no va a provocar la desaparición de las salas de cine. En cambio, que la gente acuda a las salas de cine sin miedo, ya que cumplen todas las medidas de seguridad, ayudaría a que los cines salieran a flote.