Los pensionistas ya llevan años teniendo dificultades para tener calidad de vida. Ahora, el inminente retraso de la jubilación a los 66 años, puede resultar otro obstáculo
BEATRIZ HIDALGO https://twitter.com/beahidalgo__
A partir de enero de 2021, aquel trabajador que no tenga la cotización mínima exigida no podrá jubilarse hasta los 66 años. Es decir, dos meses más que actualmente. Solo podrán hacerlo quienes cumplan los 65 en lo que queda de diciembre si han cotizado 37 años, pero llegado enero necesitarán tres meses más.
Es el caso de Miguel García, tiene 64 años, es profesor de formación profesional, y pensaba jubilarse en pocos meses, cuando cumpliera los 65. Ahora, tras el anuncio del Gobierno de retrasar la edad de jubilación a los 66 a partir del próximo mes de enero de 2021 para quien no tenga la cotización mínima exigida, está prácticamente convencido de que tendrá que seguir trabajando más tiempo del que imaginaba. “Esto es un buen fastidio, ya tenía planes y estaba seguro de que podría jubilarme en pocos meses, ahora, como no llego a la cotización mínima, voy a tener que seguir por lo menos dos cursos más, y ya me encuentro muy cansado, la verdad”. Dice Miguel, que lleva más de 35 años en la enseñanza y asegura que tiene problemas de voz que le están llevando progresivamente a una afonía: “He tenido que ir a una foniatra. Hace años que arrastro este problema, son muchas horas hablando en clase y los jóvenes cada vez me hacen forzar más la voz. La especialista me ha dicho que corro el riesgo de perderla si continúo así”.
El aumento aprobado en la reforma de las pensiones en 2013 vuelve a ocasionar un nuevo retraso en la jubilación para optar al 100% de la pensión. Desde la reforma, por cada ejercicio aumenta ese período en tres meses, hasta que llegue a 2027, por lo que, quien desee retirarse en esa fecha a los 65 deberá contar con una cotización de, al menos, 38 años y seis meses.S
El retraso en la edad de jubilación es una de las medidas con las que se pretende sanear el sistema de pensiones, con una deuda que supera los 20000 millones.
Medidas del Pacto de Toledo
El Congreso ha aprobado además la esperada reforma de las pensiones del Pacto de Toledo, después de debatir acerca de las 21 recomendaciones tras cuatro años de negociación.
Una de las principales medidas de esta reforma es la recuperación del IPC (Índice de Precios de Consumo). Las pensiones se revalorizarán a partir de enero en base a este índice, por lo que la cuantía aumentaría en 0,9% para el próximo año, tal y como figura en los Presupuestos Generales para 2021.
También se incluye un plan del saneamiento de las cuentas en un plazo marcado para el año 2023, para empezar a asumir toda esa factura desde las cuentas públicas de los Presupuestos Generales del Estado.
La reforma del Pacto de Toledo pretende, asimismo, incentivar de forma positiva el retraso de la jubilación en nuestro país. Así, se propone estar laboralmente activo hasta los 67 años en 2027. Por tanto, según explican en el diario La Información, llegada esta fecha habrá dos edades legales de retiro: 65 y 67 años, siendo esta última para quienes no alcancen los 38 y seis meses de cotización.
El economista Pedro Aznar, cree que “es un error” retrasar la edad de jubilación y que “tendría que ser voluntario”, aunque está de acuerdo con que se cobre en función de los años cotizados.
Claves del sistema de pensiones en España
En España, el sistema de pensiones basa su funcionamiento en cinco pilares en los que se encajan los cobros de las diferentes prestaciones de la Seguridad Social.
El primero es el llamado principio de reparto, lo que quiere decir que el dinero a cobrar parte de la cotización a la Seguridad Social de los trabajadores con contrato en activo o empleo público, algo con lo que no está de acuerdo Aznar, pues según él “lo que habría que hacer es que las cotizaciones de cada trabajador vayan a un fondo de pensiones que sirva para pagarle el subsidio a ese trabajador en un futuro, o al menos hacerlo mixto, como en otros países en los que el sistema de pensiones no está tan en peligro”.
El segundo, es el principio de proporcionalidad contributiva, por el que el sueldo a cobrar de la prestación de jubilación se relaciona con el pago de cuotas por alta de cotización a la Seguridad Social, esto es, de la cantidad de dinero tributado.
El tercero, es el principio de universalidad, por el que las personas que nunca hayan trabajado, por distintos motivos, puedan cobrar una pensión no contributiva que les permita cubrir necesidades básicas.
El cuarto, el principio de gestión pública, es el que gestiona que la Administración pública se encargue del sistema de pensiones.
Y, el quinto y último, el principio de suficiencia de prestaciones, debe garantizar que los pagos son suficientes para que los jubilados puedan respaldar su subsistencia.
Aznar cree que la situación de los pensionistas en nuestro país es precaria porque «hay un abanico muy amplio y en el segmento más bajo es donde se observa la mayor pobreza». Es evidente que los mayores son uno de los segmentos de población más vulnerables de la sociedad en muchos aspectos, está por ver cómo les afectará este atraso en la edad de jubilación.